Estos días hemos tenido la alegría de acoger, por primera vez, a los profesores del Colegio Santo Domingo de Silos —nuestros vecinos— para celebrar juntos la Eucaristía de final de curso. Ha sido un encuentro sencillo y lleno de gratitud por todo lo vivido durante este año escolar.
Como comunidad parroquial nos llena de ilusión abrir nuestras puertas y nuestro corazón para ellos. Queremos que sepan que esta es su casa y que siempre serán bienvenidos cada vez que quieran encontrarse con el Señor y con la comunidad.
Pedimos al Señor que bendiga su tarea educativa y que este sea solo el inicio de muchos encuentros compartidos. ¡Gracias por confiar en nosotros para cerrar el curso y por ser parte de esta familia parroquial!






