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El bautismo, comienzo de una vida

«Nadie puede entrar en el Reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu» (Jn 3,5)

El Bautismo es el primer y más fundamental de todos los sacramentos. A través de él somos incorporados a Cristo, nacemos a la vida nueva de los hijos de Dios y comenzamos nuestro camino en la Iglesia. Es la puerta de entrada a la vida cristiana y el fundamento de toda la existencia creyente. Por eso, vivir y celebrar el Bautismo no es un trámite ni una costumbre social: es un acto de fe y de amor, un momento de gracia profunda que marca para siempre la vida de quien lo recibe.


¿Qué ocurre en el Bautismo?

  • Somos hechos hijos de Dios: no solo criaturas suyas, sino hijos en el Hijo, por la gracia del Espíritu Santo.
  • Nos unimos a Jesucristo: participamos de su muerte y resurrección y comenzamos a vivir en Él.
  • Quedamos liberados del pecado original y de todos los pecados cometidos, si el bautizado es adulto.
  • Entramos en la Iglesia: pasamos a formar parte de una gran familia, el Pueblo de Dios, y comenzamos a participar en su vida y en su misión.
  • Recibimos el don del Espíritu Santo, que nos fortalece en el camino de la fe y nos guía como discípulos misioneros.

Bautizar a un niño: un acto de amor y de fe

Muchos padres y madres se acercan a la parroquia para pedir el Bautismo para sus hijos. En este gesto se expresa un deseo profundo: que su hijo crezca en el amor de Dios, rodeado por la comunidad cristiana, y guiado por la luz de la fe. Es una decisión libre, pero también comprometida.

Por eso, la parroquia ofrece encuentros de preparación, tanto para los padres como para los padrinos, en los que se comparte:

  • el sentido del Bautismo,
  • el compromiso de la educación cristiana,
  • el significado de los signos de la celebración,
  • y la importancia de integrarse en la vida parroquial como familia cristiana.

¿Quiénes pueden ser padrinos?

El papel del padrino o la madrina es acompañar al bautizado en su crecimiento en la fe. Deben ser personas bautizadas, católicas, y con una vida coherente con la fe. No es solo un gesto simbólico o afectivo, sino una verdadera responsabilidad espiritual.


Bautismo de adultos: una decisión libre, una respuesta al llamado de Dios

Cada vez más adultos sienten en su corazón el deseo de conocer a Jesús, de vivir en comunidad, de recibir el Bautismo. Para ellos, la Iglesia ofrece un camino llamado catecumenado, que incluye formación, acompañamiento, oración y participación en la vida eclesial. Es un proceso serio y bello, que culmina normalmente con la celebración del Bautismo durante la Vigilia Pascual.

Si eres adulto y te sientes llamado a comenzar este camino, en nuestra parroquia te acogemos con alegría. No estás solo: queremos caminar contigo.


¿Cómo solicitar el Bautismo?

Puedes ponerte en contacto con la parroquia de distintas maneras:

  • A través del despacho parroquial en el horario habitual. Durante el verano es necesario solicitar cita previa aquí.
  • Usando el formulario de contacto de esta página web.
  • Escribiendo a nuestro correo electrónico o al whats App que encontrarás en esta página web.

Es necesaria la entrega de la solicitud de bautismo así como de las partidas de confirmación de los padrinos.

Te informaremos sobre los pasos a seguir, la documentación necesaria y los encuentros de preparación.


Una celebración, un compromiso, una alegría

El Bautismo no es solo una ceremonia: es el inicio de una historia de amor entre Dios y cada persona. Por eso, lo celebramos con gozo, con fe y con toda la comunidad, conscientes de que cada nuevo bautizado es un don para la Iglesia.

Te invitamos a vivirlo desde la fe, con el deseo sincero de educar en ella, de caminar junto a otros creyentes y de descubrir la belleza de pertenecer a la familia de los hijos de Dios.

«Vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para anunciar sus maravillas» (1 Pe 2,9)